Blancos de Rueda Valladolid: Trabajo e Ilusión

Si a los aficionados al basket en Valladolid nos dicen hace poco más de un año que a estas alturas el equipo iba a estar quinto en la tabla a falta de dos jornadas para acabar la primera vuelta y que tendría un pie puesto en la copa, a buen seguro, nadie se lo habría creído. Pues bien, aquí van los motivos de esta milagrosa recuperación.

Se suele decir que, por muy buenos jugadores de los que se disponga, si no hay un buen patrón, el proyecto no sale adelante; pues bien, aquí radica el éxito de los pucelanos. Darle una responsabilidad tan grande como devolver a la ACB a un equipo que acababa de descender a LEB a un entrenador con poca experiencia en la máxima categoría del baloncesto español, pudo parecer una locura allá por el 2008, pero ahora, dos años y pico después, esa decisión ha resultado ser uno de los mayores aciertos de la directiva del club. Porfi Fisac, un entrenador local, ha sabido guiar a la perfección a un equipo que le fue entregado en una pésima situación, y esto ha sido, gracias a dos valores fundamentales: trabajo e ilusión. 

Una plantilla con varios cambios respecto a la del año pasado pero manteniendo el bloque que ha traído al equipo hasta aquí: esta era la sólida propuesta presentada al principio de la actual temporada. Se traían una serie de refuerzos ilusionantes para el aficionado: Marcus Slaughter, un pívot con mucha experiencia en ligas europeas y muy espectacular que ha suplido su falta de recursos en ataque con una defensa asfixiante y  una capacidad de rebote ya ha hecho estragos en varios equipos, Jason Robinson, un escolta/alero anotador con una gran capacidad para lanzar en momentos complicados y que cumple a la perfección el perfil de tirador americano, Maxi Stanic, un base muy pequeñito cuya visión de juego demostrada el año pasado con el Xacobeo, hacía presagiar lo mejor, y poco a poco, tras un inicio muy flojo, va demostrando los motivos por los que en Valladolid se fijaron en él. Otra importante incorporación fue la e Nacho Martín, que tras salir de Valladolid, su ciudad natal, siendo solo un niño, ha vuelto a su casa cumpliendo una labor muy importante desde el banquillo, que ya le ha llevado en varias ocasiones a la titularidad, y por último, la llegada de Edu Ruiz, probablemente  el jugador de menos calidad del equipo, pero que aporta su granito de arena desde dentro del vestuario.

Además, se mantenía el núcleo de los últimos 2 ó 3 años, con Fede Van Lacke como líder absoluto del equipo, un jugador muy inteligente, que este año ha repartido más su protagonismo con el resto del equipo, pero que sigue siendo la mano derecha del entrenador en la cancha, y que es el ídolo de la afición pucelana. Otro pilar del equipo que sigue un año más en Valladolid es Lamont Barnes, pieza clave dentro de la pintura, tanto en ataque, ya que cuenta con variedad de movimientos de espaldas al aro, como en defensa, con gran capacidad de cara al rebote y al tapón, es el que tira del carro en los momentos más complicados. Además, el equipo cuenta con el irregular Diego García, el escolta argentino capaz de anotar 38 puntos en un partido demostrando una capacidad para anotar tiros imposibles digna de un NBA, y de pasar inadvertido y fallando tiros fáciles, para terminar valorando negativo en varios partidos. Eulis Báez, que está siendo uno de los mejores del equipo esta temporada, aporta más fuerza interior mostrando un enorme repertorio de movimientos y una gran capacidad de sacrificio y de lucha que le han hecho ganarse los elogios de especialistas y entrenadores de toda España. También continúa en el equipo Steph Dumas, el francés que a base de talento se ha ganado el puesto de base titular en el equipo, con una calidad especial para ver y distribuir el juego, lo cual le permite repartir un gran número de importantes asistencias. Completa la plantilla Isaac López, un escolta que también es capaz de jugar como base, y que tiene en su irregularidad el principal defecto..

Todo este elenco de jugadores se está completando, desde el principio de temporada, con jugadores jóvenes procedentes de la cantera de los que se espera un rendimiento importante en los próximos años, como es el caso de Millán, Alex Reyes y Pablo Esteban (procedentes del equipo juvenil) y que ya han sido convocados con el primer equipo en alguna ocasión.

Con todo este grupo de jugadores funcionando como un auténtico equipo bajo las órdenes de Fisac, no es de extrañar el excelente resultado que se está obteniendo está temporada.